Sentir Público: «Es muy difícil que la gente que no asistió a las urnas cuando habían 9 candidatos, lo haga ahora que hay dos candidatas representantes del duopolio político-económico»

diciembre 5th, 2013 | Novedades

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En la pasada primera vuelta de estas elecciones presidenciales, tan sólo 6 millones 700 mil personas participaron del proceso electoral, lo que significa que la mitad del universo de electores pudo asistir a votar y no lo hizo.

Esta abstención del 50% logró más adeptos que cualquiera de los candidatos, lo que sumado a 62 mil votos nulos y 43 mil blancos confirman esa crisis que vive el sistema político en nuestro país de la que tanto se habla.

Para comprender este fenómeno conversamos  con el sociólogo Javier Oyarce, analista en contingencia, política, y ciudadanía de la consultora porteña Sentir Público, quien nos explicó las causas de esta situación.

– ¿A qué se puede atribuir el bajo porcentaje de personas que concurrieron a votar en las pasadas elecciones?

– Podemos reconocer un sinfín de factores que determinan la participación o la abstención de los ciudadanos en momentos como este y reconociendo que la teoría e investigación no han entregados datos recientes sobre este fenómeno, sólo podemos adentrarnos en un espacio de supuestos, más cercano a la metateoría.

En este caso puntual, yo me atrevería a presentar algunos aspectos estructurales y también referentes al sentido que dan los ciudadanos al acto cívico de votar, que influyen en su no participación.

Creo que la ausencia de una cultura cívica se manifiesta en fenómenos como éste, donde queda demostrado la incertidumbre y desinformación sobre los proceso técnicos y prácticos del acto de sufragar, además  de no conocer las responsabilidades de los representantes políticos que deben elegir ni entender sus proyectos o simplemente no conocer quiénes son las personas que se postulan para estos cargos.

Esta situación es la demostración concreta de una ausencia de la concepción de las responsabilidades cívicas o simplemente la demostración de las falencias de un sistema pseudodemocrático, pero que no logra generar los niveles de participación esperados y que en su génesis es la gran culpable de esta situación. Este problema puede ser considerado a niveles más estructurales y afecta a toda la población votante en su núcleo de formación misma.

– ¿Cómo influye en este proceso la implementación del voto voluntario?

Uno de los riesgos de la implementación del sistema de inscripción electoral automática y voto voluntario en una sociedad pseudo democrática y con ausencia manifiesta de cultura cívica, es la alta posibilidad de un bajo compromiso de los votantes y que, por consecuencia, no asistan a las urnas un día de votación.

Sumemos a esto, que muchos de los inscritos anteriormente lo hicieron obligados o desinformados por lo que el hecho de votar era un desagrado y no gustaban de hacerlo. Con este nuevo sistema pueden liberarse de estas funciones y alejarse de una actividad de la que nunca se sintieron parte. Este proceso podríamos denominarlo “liberación electoral”.

– ¿Qué otros factores influyen en la poca participación?

– Existe una gran cantidad de jóvenes con visiones ideológicas y subjetivas contrarias a los procesos burocráticos del sistema y que no confían en estos procesos “democráticos” de elección y por ende no serán parte de estos actos. Son jóvenes con una conciencia política muy desarrollada en comparación con otros y tienen propuestas de cambio político alternativas a los procesos ortodoxos de participación y representación.

Por otra parte, existe otro tipo de participante, que siempre están presente en cualquier democracia, que no siente interés por estos procesos. Se mantienen desinformados y apáticos con los procesos políticos. En el caso chileno, tengo la sensación de que este grupo es bastante amplio y provoca una baja participación inmediata.

Estos son algunos factores que puedo considerar relevantes en un análisis muy rápido pero creo que pueden ser factores determinantes, por lo menos para describir este fenómeno.

– En este sentido, ¿qué papel están cumpliendo las campañas presidenciales hoy en día?

– Creemos que el voto voluntario modifica en parte la necesidad de hacer “efectivas” las campañas. Hoy, esa necesidad de incitar al ejercicio del votar ya no es tal, puesto que el voto voluntario remite la responsabilidad en quienes efectivamente concurren a las urnas.

De esta manera, la tendencia hasta el momento no ha sido la esperada, es decir, las campañas no han tomado un vuelco en términos de mayor profundidad comunicacional o de contenido, manteniéndose la dinámica del “slogan” o de la frase cliché por sobre la propuesta. Ello contribuye al reforzamiento del “voto duro”, y consecuentemente, de mantenerse esta tendencia en las campañas, difícilmente se logrará un mayor caudal de votantes. Precisamente porque dichas campañas simplemente no llegan o no hacen sentir representados a una parte importante de votantes, que esperan algo más de la política.

Creo que por las características del sistema electoral, las campañas sí logran cumplir con su objetivo; puesto que ratifican al “voto duro” y, a la inversa, excluyen a quienes no se sienten representados -los “desilusionados”- por estas campañas y grupos políticos dominantes -“duopolio”- que desarrollan principalmente este tipo de campañas. En otros términos, las actuales formas de expresión que mantienen estas campañas electorales no logran convencer a un amplio espectro de votantes, y por tanto, no sienten la necesidad de participar del proceso electoral.

– ¿De qué forma se puede reconquistar la atención del electorado q no asistió a votar?

– Básicamente es muy difícil que la gente que no asistió a las urnas cuando habían 9 candidatos con similitudes y también divergencias entre sí, varios de ellos perfilándose como la gran alternativa, lo hagan ahora que hay dos candidatas que son fieles representantes del duopolio político-económico gobernante del país.

Con esto me refiero a que si bien son diversos los argumentos que provocan abstención, entre ellos el cansancio frente al sistema político, críticas a las actuales formas de gobernar, incredulidad frente al sistema electoral, entre otras, es muy difícil que personas que no quieren ser parte del sistema electoral actual quieran hacerse parte ahora con estas candidatas que vendrían a ser más de lo mismo, ninguna con propuestas nuevas o atractivas para quienes se sienten “disconformes” con la democracia chilena.



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