GAM N° 34: Leyes de medios de Chile y Argentina: tan cerca tan lejos.

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Foto Pedro Santander media

 

Compartimos una investigación comparativa sobre las legislaciones de medios en Chile y Argentina realizada por el Dr. Pedro Santander molina, Director del Observatorio de Comunicación y Medios. El artículo se llama: «Leyes de medios de Chile y Argentina: tan cerca tan lejos», y fue publicado recientemente en la revista científica «Estudios del Mensaje Periodístico».

El objetivo de esta investiga fue analizar las políticas comunicacionales de ambos países poniendo un especial énfasis en la revisión de cómo cada legislación define los principios de pluralismo y diversidad, cómo entienden la relación entre ciudadanía y comunicación social y cómo regulan la concentración de la propiedad mediática.

A continuación les dejamos el primer apartado del artículo, al final del texto pueden encontrar el PDF descargable.

 

Leyes de medios de Chile y Argentina: tan cerca tan lejos

Por Pedro Santander Molina, Director del Observatorio de Comunicación y Medios 

Resumen:

Esta investigación realiza un estudio comparativo entre las leyes de medios de Chile y la nueva Ley de Medios de Argentina. El objetivo es analizar cómo estos cuerpos legales consideran los principios de pluralismo y diversidad, cómo entienden la relación entre ciudadanía y comunicación social y cómo regulan la concentración de la propiedad mediática. Se realiza el contraste entre ambas legislaciones al considerarlas como dos casos radicalmente opuestos.

Palabras clave: sistema mediático, leyes de medio, espacio radio-electrónico.

I) Introducción

Observamos casos en la historia que nos muestran que en ciertos contextos históricos la modificación de leyes simples es mucho más resistida por los grupos de poder que, por ejemplo, un cambio constitucional. Esto sucede cuando se considera que estos cambios de leyes pueden tener una importante incidencia sobre el campo del poder (Bourdieu, 1997). Como señala Gargarella (2010), los cambios jurídicos, pueden tener efectos en la estructura de poderes de una sociedad. Es lo que actualmente ocurre, a nuestro entender, con las leyes de medios de Sudamérica, donde en varios países se están efectuando cambios legales a leyes que organizan dogmáticamente, es decir, en relación con los derechos, el funcionamiento de los medios. Esto en un contexto de gran polarización y de fuertes debates para impedir o acelerar su aprobación.

Modificar disposiciones legales que regulan la estructura mediática de una nación no es una cuestión inocua. Por ejemplo, una estructura medial cerrada y concentrada tanto en su propiedad como en lo discursivo, establece un contacto con la audiencia distinto a uno menos concentrado y más pluralista. El proceso comunicativo puede ser más lineal y conceptualizar a los receptores como espectadores y consumidores, o, por el contrario, ser menos asimétrico y hacer esfuerzos por involucrar al público en dicho proceso. En ese sentido, sostenemos que cuando se norma la regulación jurídica de los medios de comunicación en un país, se configura, asimismo, la relación entre comunicación social y sociedad, por lo mismo, hablamos de una discusión donde asuntos como pluralismo, diversidad, libertad de expresión e información, etc. cobran la mayor de las importancias.

Considerando lo anterior, el objetivo de nuestra investigación es analizar comparativamente las leyes de medios chilena y argentina, para describir cómo estos cuerpos legales consideran los principios de pluralismo y diversidad y cómo norman y entienden la relación entre ciudadanía y comunicación social. Para ello realizaremos un estudio comparado de las leyes que regulan la actividad radiofónica y audiovisual, considerando que tanto la radio como la televisión deben usar para su funcionamiento un recurso público (espacio radioelectrónico), no así la prensa escrita que es, fundamentalmente, una actividad ligada al mundo privado. Además, se trata, por lejos, de los medios más consumidos por la población.[1]

II) Chile y Argentina, similitudes y diferencias en lo político-comunicacional

En relación con su historia política reciente, en ambos países ocurrieron golpes de Estado que contaron con el apoyo activo del gobierno estadounidense, instaurándose dictaduras militares en las décadas del ’70 y  ’80, con graves violaciones a los derechos humanos, y, por supuesto, con un férreo control sobre los medios.

Durante estos gobiernos comienzan reformas económicas orientadas a reestructurar completamente los modelos de desarrollo. Junto con la represión política y la desmovilización de los actores sociales, se inician procesos de apertura comercial, financiera y las privatizaciones de las empresas del Estado. Las transiciones democráticas no cambiaron dicha orientación político-económica. Por el contrario, con la llegada de los gobiernos democráticos ocurre una consolidación del neoliberalismo profundizándose las transformaciones estructurales iniciadas por los gobiernos militares. Se produce en la región “un escenario sin trabas de imposición del proyecto neoliberal” (Estay, 2012), gracias a gobiernos que privilegian en sus diseños la estabilidad macroeconómica con políticas de disciplina fiscal y control inflacionario. El Estado se concibe en un rol subsidiario, priorizándose el sector exportador y la inversión privada, especialmente en la explotación de los recursos naturales. Lo anterior se consolida en Argentina durante los 2 gobiernos neopopulistas de Carlos Menem (Ellner, 2004)[2], y en Chile con los gobiernos de centro-izquierda de la Concertación, cuyo eje es la alianza entre socialistas y democristianos.

En este período observamos también en el campo mediático similitudes en ambos lados de la cordillera: se conforman multimedios nacionales y luego conglomerados transnacionales.

En Chile el campo mediático muestra una altísima concentración, tanto en el ámbito de la prensa escrita, la radial como la audiovisual, y una estructura oligopólica, tanto desde la perspectiva de la propiedad como de la inversión publicitaria (Corrales y Sandoval, 2005; Mastrini, etc.). En la prensa hay una situación duopólica: dos cadenas concentran más del 90% de los diarios y de los lectores; el mercado radial es oligopólico: 4 consorcios concentran el 70% del mercado radial, solo el grupo español Prisa acapara 220 frecuencias, que corresponden al 30% del mercado y al 50% de la inversión publicitaria; cuatro canales de televisión abierta se reparten el 95% de la audiencia nacional y de la torta publicitaria, y dos compañías de telefonía concentran el total del mercado de tv por suscripción.

En Argentina el Grupo Clarín es la principal corporación multimedial de ese país, concentra el 31 por ciento de la circulación de periódicos, el 28% de la audiencia de la televisión abierta (Becerra y Mastrini, 2009) y es propietario de los siete principales sitios de Internet en relación con el número de visitas (Igarza, 2010).

Otra similitud que han compartido en lo comunicacional es que se han mantenido vigentes las leyes de medios aprobadas por las dictaduras. Si bien Argentina recupera la democracia en 1983, no fue sino hasta el año 2009 que se reemplazó el Decreto Ley nº22.285 promulgado por los militares en 1980, por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. En Chile hasta hoy rige la Ley 18.838 que crea el Consejo Nacional de Televisión (CNTV), órgano que regula el funcionamiento de la televisión, y que fue aprobada por los militares en 1989.

A partir de 2009 comienzan las diferencias, éstas, por supuesto, no se limitan sólo a lo comunicacional. Antes bien, los cambios en lo comunicacional parecen dar cuenta de cambios en lo económico-político. Según Espinosa (2012: 126), después de los gobiernos desarrollistas de los ’50 y ’60, en los ’70 se evoluciona en Argentina “de dictaduras militares neoliberales, a gobiernos civiles neoliberales, a gobiernos civiles neodesarrollistas”. En Chile ocurre lo mismo, sólo que se llega hasta la etapa neoliberal; en este país hasta hoy se mantiene el proyecto neoliberal, con un régimen de incentivos extremos al gran capital y una profundización de la transnacionalización y desnacionalización de la economía (Varesi, 2012). En Argentina se pasa a la última etapa, la de los gobiernos neodesarrollistas, a partir de las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Se reorienta el modelo de acumulación que, alejándose del dogma neoliberal, apuesta por el capitalismo productivo nacional, manteniendo, eso sí, los incentivos a la inversión extranjera, especialmente en la explotación de los recursos naturales, aunque ahora con una fuerte incidencia del Estado en el despliegue de estrategias de intervención económicas y políticas, en alianza con amplios sectores populares movilizados.

En este contexto, el año 2009 se aprueba la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 26.522, también conocida como  Ley de Medios de Argentina.

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[1] En América Latina la penetración de Internet es aún relativamente limitada, aunque creciente. De acuerdo a los datos provistos por Internet World Stats (dic. 2011), el promedio de penetración es del 32.1 % de su población.

[2] También llamados neoconservadores (Alegre, 2012: 43)



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