Entrevista a Paul Walder, director del diario Clarín: “salimos en un momento de auge de las demandas sociales”

diciembre 2nd, 2013 | Novedades

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destacado Clarín

El 11 de septiembre de 1973 el golpe militar no sólo derrocó al  gobierno del presidente Salvador Allende, también terminó con todos los medios de comunicación opuestos al régimen dominante: la revista Apsis, Análisis, el Fortín Mapocho y el diario  Clarín, por mencionar algunos. Este último vivió la censura el mismo 11 de septiembre, día en el que las fuerzas militares entraron a sus dependencias, incautando sus bienes y persiguiendo a sus periodistas. Esto significó el fin del diario con el mayor número de ventas en nuestro país en esa época.

40 años más tarde, un 11 de septiembre también, como hito de la memoria, vuelve a salir Clarín a las calles con su slogan “Firme junto al pueblo”, slogan que ha sido utilizado por el diario The Clinic todos estos años. Si bien ese número fue conmemorativo de los cuarenta años del golpe, la edición que le siguió, el 11 de noviembre, fue mucho más política y contingente, vinculada a las elecciones presidenciales.

Víctor Pey, dueño del diario Clarín, junto con la Fundación Presidente Allende de España, han estado en un litigio contra el Estado de Chile exigiendo una indemnización por las pérdidas ocasionadas durante la dictadura. Primero se intentó llegar a un acuerdo de manera directa con los gobiernos de la Concertación, luego, se recurrió al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), dependiente del Banco Mundial, ya que Víctor Pey posee doble nacionalidad chilena y española.

El objetivo de la reparación es volver a sacar el diario Clarín a las calles día a día, tal cual se hacía antes del 11 de septiembre de 1973. Hoy el equipo de Clarín, encabezado por el periodista Paul Walder, está llevando a cabo la tarea de reinstalar el diario en forma paulatina, una tarea no menor, ya que nos encontramos en un distinto momento histórico, con diferentes lectores, pero para Paul Walder, hay un elemento que une ambas épocas a favor de esta apuesta: el auge de las demandas sociales.

¿Cuáles son las causas que a su juicio, imposibilitaron que el diario Clarín resurgiera con el retorno de la democracia?

Hay hechos muy concretos y evidencias sobre una estrategia de parte de los distintos gobiernos de la Concertación a partir de los primeros años de la Transición para impedir el desarrollo de distintos medios de comunicación independientes, entre ellos Clarín, pero no hay un argumento claro, abierto y transparente de parte de ninguna figura o responsable público de la Concertación respecto a por qué se ha obstaculizado a través de distintas acciones el desarrollo de estos medios de comunicación independiente.

¿En qué se encuentra el juicio entre Clarín y el Estado de Chile?

El año 2008 el tribunal le da la razón a Víctor Pey en los términos más importantes, es decir, que él es el legítimo propietario que hizo la inversión a través de los canales correspondientes y que el Estado chileno le debe dar una compensación por haberle confiscado sus activos.

En diciembre del 2012 del año pasado, es cuando el CIADI nuevamente reitera el fallo del 2008 en el que le dan la razón a Víctor Pey, donde se dice que él es un ciudadano español que hizo una inversión, que sus activos fueron confiscados y se le debe pagar una indemnización. El Gobierno de Piñera dijo que quien había ganado era el Estado chileno, pero eso fue una estrategia distractora y para extender más el juicio.  Lo concreto es que el tribunal dijo quién era el legítimo propietario a quien se le debía un ajuste de indemnización. Sin embargo, quedó una parte importante pendiente que es el monto de la indemnización. Ese monto requiere la conformación de un nuevo tribunal, el que está conformándose en estos meses y tardará unos meses más en resolver este problema.

Lo que el gobierno chileno argumentó es que el monto inicial que había pedido la Fundación y Víctor Pey era un monto que debía nuevamente estudiarse y hacerse un nuevo tribunal para determinarlo. Ahora, el tribunal  del CIADI efectivamente acogió esa petición del gobierno chileno, en cuanto al monto y, en ese sentido, anuló esa parte del fallo que hacía referencia al monto de la indemnización.  Esa nulidad es una parte del fallo, fue recogido por el Gobierno y lo comunicó como un triunfo. Lo que nosotros no consideramos que sea un triunfo porque la parte más importante del fallo es que Víctor Pey es efectivamente propietario del diario Clarín.

¿Ese nuevo monto también debe contemplar la indemnización por todo lo que dejó de ganar el diario en el tiempo que no pudo funcionar?

Claro, porque inicialmente habrían pedido 500 millones de dólares que era el lucro cesante desde el momento de la incautación hasta el momento en que se pone la querella en el CIADI. Eso es lo que rechaza el gobierno y acoge el tribunal. Ese monto que se consideró excesivo por parte del gobierno es lo que quedó rechazado.

Ahora, he tenido contacto con Víctor Pey y él me cuenta que en estos momentos se está conformando el tribunal, hay una nueva solicitud por un monto para indemnizar. El tiempo de duración pueden ser meses a un año, pero no más que eso, porque las partes más importantes del fallo ya están cerradas.

¿Qué significa para ustedes que el diario Clarín vuelva a salir a las calles?

Es sumamente importante, porque todo este litigio que se ha extendido de forma excesiva, casi ridícula, tiene un objetivo: sacar un medio de comunicación impreso. Creemos que aún, pese a todos los cambios en cuanto a la prensa escrita, siguen teniendo un peso importante los medios impresos. Todavía los grandes diarios tienen mucha presencia en las calles, aun cuando no sabemos que vaya a pasar en el futuro con ellos, pero tienen importancia y marcan la agenda periodística.

Es muy potente que ustedes decidan que cada periódico salga los días 11 de cada mes…

Sí, es una fecha que ha quedado bien escrita en el imaginario chileno y también para Clarín, justamente que desapareció un 11 de septiembre y reapareció un 11 de septiembre. Durante este periodo de transición o de prueba es importante marcar esa fecha del 11 en cada mes.

Ahora parten con un tiraje de 70 mil ejemplares, ¿quieren volver a ser el diario más leído de Chile, como lo era en el año 1973?

Nosotros lo vamos a seguir evaluando, ese tiraje era del número de conmemoración. Nosotros ya tenemos cierta información precisa sobre la venta que estuvo muy bien, la devolución de la distribuidora fue mínima. Pero tenemos conciencia también de que se vendió como un número simbólico, conmemorativo, un número muy especial.

Para nosotros es mucho más importante  la evaluación de los números que tengan relación con la agenda política, con la contingencia, esos números van a significar lo que va a plantearse a partir del próximo año. Es decir, los números de noviembre y diciembre van a ser mucho más importantes para nosotros en cuanto a la acogida del lector, para planificar lo que va a pasar el próximo año.

¿Cuál es la línea editorial que tendrá Clarín en este retorno?

La línea editorial se apoya en el Clarín antiguo, pero hay que considerar muchos  aspectos aquí. Nos interesan muchísimo las opiniones de la gente. La retroalimentación más rápida es la que podemos tener a través del sitio web. ¿Pero quiénes son los lectores del sitio web? No necesariamente son los lectores del diario impreso. Es muy probable que los lectores del sitio sean mucho más jóvenes que los del diario impreso. No es lo mismo un Clarín del periodo tradicional que un Clarín que aparece 40 años después. La gran mayoría de los lectores no son los mismos tampoco. Están acostumbrados a otro tipo de prensa, hay muchísimas variables que van a  condicionar los contenidos.

Hay principios que no son transables de ninguna manera: es un diario que se considera de izquierda, que no está vinculado a ningún partido político, es un diario que es independiente y que su vinculación con la ciudadanía o con el pueblo, como dice el slogan clásico: “firme junto al pueblo”, está vinculado hoy día con los movimientos sociales, con las demandas de los trabajadores, los estudiantes y de otros colectivos, las grandes demandas ciudadanas. Ahí está el espíritu del Clarín antiguo, que tampoco fue un diario que estuvo vinculado a un partido político, aun cuando apoyó a ciertas candidaturas y se acercó a ciertos partidos políticos, pero era un diario  independiente que se apoyaba en ideas y en demandas ciudadanas. Sobre esas ideas, y sobre las demandas ciudadanas, es donde Clarín se siente cómodo y  eso es lo que debe canalizar.

Con todas las diferencias que puede haber entre un Clarín de los años 60 o 70 a un Clarín de hoy en día, con todos los cambios que han existido en la historia de Chile, hay elementos que se mantienen. Ya los años 60 fueron tremendamente movidos, política y socialmente, y tenemos que esta segunda década del siglo XXI también demuestra una gran efervescencia social y política, donde verdaderamente se necesita un medio de comunicación que pueda canalizar y potenciar todas esas legítimas demandas ciudadanas. En ese sentido creo que Clarín es un medio que debiera sentirse empujado por esa fuerza.

¿Y qué va a pasar con el estilo de habla del Clarín clásico?

Mucha gente recuerda a Clarín por el estilo de la prensa, esa prensa irónica, mordaz, pícara, directa. Decía las cosas sin tapujos. Ahora, ese aspecto del Clarín ha sido copiado por distintos medios de comunicación, pero vaciando el contenido, que eran las reivindicaciones y demandas que estaba solicitando la ciudadanía y que explica por qué esos años fueron tan movidos. Entonces Clarín se conecta muy bien con ese espíritu y con esa forma de hablar, esa forma popular, pero también con las demandas y cambios sociales, no solamente con un habla.

Replicar ese estilo es complejo, porque si tú  quieres apuntar a nuevas generaciones, que se han formado en la idea de que ese periodismo es un periodismo populista, amarillo, farandulero, si Clarín quiere recuperar su estilo, y muchas generaciones hoy, que no lo conocieron antes, piensan que es un estilo farandulero, que lo que quiere es confundir las cosas, yo no sé si es lo mejor volver a ese estilo. Todas esas cosas las estamos trabajando, las estamos probando.

Volver 40 años después no es lo más fácil, hay que estar probando todos esos aspectos de contenido y de forma para poder desarrollar un medio de comunicación.

Dentro de las cosas que implantaron ustedes y que fueron tomadas por otros medios hay una muy importante que es la frase “Firme junto al pueblo” que fue tomada por The Clinic, ¿en este regreso buscan recuperarla?

Yo creo que lo óptimo y lo más ético sería que se pudiese entregar esa frase. Pero Clarín va a seguir manteniéndola y si no se hace nada, van a haber dos medios de comunicación con la misma frase, lo que es un poquito absurdo. Es un aspecto que ni siquiera hemos hablado.

¿Cuáles son los desafíos más importantes que enfrenta Clarín en el escenario medial actual?

Hoy día apareces con un periódico en un escenario en que todos los demás periódicos están con problemas, en Chile tenemos este control del duopolio, que tiene un control de la venta de ejemplares sobre el 90%, donde no es un problema solamente nacional, sino mundial. Donde los periódicos tienden cada vez más a fortalecer sus versiones digitales. Entonces salir con Clarín en un escenario así es difícil.

Hay una evidencia en cuanto a los avisadores que no apuestan a los medios que hacen una crítica al modelo económico y a la institucionalidad creada en la dictadura. Salir una vez al mes no es lo mismo que estar todos los días presente en los kioskos.

De todos los obstáculos, hay uno que juega a favor, y es que salimos en un momento de auge de las demandas sociales, de interés en la verdadera política, en aquella política que está en los colectivos sociales, en la ciudadanía, en los sindicatos, en los grupos de estudiantes. En ese sentido, la presencia de un medio que pueda canalizar todo eso va a ser importante.



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