Entrevista Claudio Elórtegui: “No sirve de nada plantear estrategias, si tenemos cada vez menos gente que va a votar”

noviembre 20th, 2013 | Novedades, Principal

Por

Claudio Elórtegui

Por Dafne Moncada Breitler

Las elecciones del domingo pasado evidenciaron que la mitad del país con facultad para ejercer su voto no participó de este proceso. Podríamos decir que votaron los mismos de siempre, e incluso menos. En este escenario, surgen múltiples cuestionamientos respecto a la estrategia que desplegó el Gobierno para llamar a votar a los chilenos y a las estrategias que las dos candidatas que pasaron a segunda vuelta podrían ejecutar en lo que les queda de campaña.

Como nos explicó el Dr. en Comunicación Social, Claudio Elórtegui, se trata de una caja negra que debemos escudriñar, un escenario complejo en el que surgen más interrogantes que respuestas y en donde lo único claro es que existe un desencanto por la política que tradicionalmente se ha venido haciendo en Chile.

¿Qué estrategias comunicacionales podrían utilizar las candidatas Evelyn Mathei y Michelle Bachelet para atraer a más votantes?

Para la Nueva Mayoría hay dos posibilidades en esto. Una, que es la más cercana a la DC y al PS, es empezar a apuntalar al voto más de centro, y llámese voto de centro a los Parisi y a una parte del electorado de Marco Enríquez Ominami, por ejemplo.

La segunda, a la que apuntan el eje PPD, Quintana, o el resto de los partidos involucrados en la Nueva Mayoría, es que ya se corrió un poquito el cerco más hacia la izquierda, dentro de las tradicionales figuras, entonces, podríamos hablar más de un voto de izquierda, que es lo que está planteando el presidente del PPD, donde hay que captar las votaciones de los candidatos más alternativos, dentro de lo que es el sistema político como lo hemos venido conociendo en estas últimas décadas, y eso apuntaría a Sfeir, Marcel Claude, Roxana Miranda y otra parte del electorado de Marco Henríquez Ominami.

¿Cuál sería la estrategia para Evelyn Mathei?

Por el lado de Mathei, lo que tiene que hacer es buscar el voto de su colectividad, re encantar el voto de la derecha, porque la derecha de Chile no es un 25%, es más, para tratar de hacer de esta situación un proceso digno. Yo creo que ella ya superó una barrera importante de instalar a la Alianza, y digo una Alianza con todos los problemas que ha tenido, en segunda vuelta. Ahora lo que ella tiene que hacer es volver a cohesionar ese voto.

Y ahí están las estrategias, tiene que ser muy inteligente. Yo creo que por un lado ella va a tener que hacerle un guiño a la familia militar, va a tener que hacerle algún guiño al voto de centro, si es que ella quiere apelar a un proceso más competitivo, si es que ella quiere contar con la base de la derecha en Chile, que en mi impresión debiese ser alrededor de un 35% o 40%.

Ella ha enfatizado mucho comunicacionalmente el no perder la estabilidad económica en Chile. ¿Cómo crees que ha resultado eso en términos comunicacionales?

Yo pensé que iba a ser un muy mal negocio, pero yo creo que eso le hace sentido a un voto de centro. Le hace sentido a un voto más orientado a lo institucional y podríamos hablar ahí fácil de unos 10 puntos en el electorado.

¿Crees que es posible, a través de una estrategia comunicacional, revertir esta gran abstención que hubo en estas elecciones?

No sirve de nada plantear estrategias si tenemos cada vez menos gente que va a votar. Aquí creo que no ha sido del todo claro el mensaje desde el poder ejecutivo en su campaña publicitaria de invitar a votar. Creo que ya basta de poner a un par de rostros televisivos que no generan ninguna adhesión.

Yo aquí lo veo como una cuestión mucho más profunda, de conocimiento hacia esas personas, de ver qué es lo que está pasando en el tejido social. Cuáles son los mensajes que vienen de manera descendente e involucrar más en estas campañas a la gente común y corriente, ¿por qué no? Yo creo que la gente quizás lo que requiere ahora es un nivel de identificación entre pares, más que de figuras del olimpo mediático.

En ese sentido la evaluación de la campaña del Gobierno es mala.

Es mala, es una campaña mala, o sea nadie puede decir que, con la gente que fue a votar, fue una campaña exitosa. Y otro aspecto que hay que revisar ahí es el voto voluntario. O sea en un país, donde tenemos que la gente tiene que cruzar muchos kilómetros y pagar hartas lucas en transporte público, entonces tenemos que estar atentos a eso.

Dos, si las campañas electorales siguen planteándose bajo el padrón tradicional de los 8 millones y, aun así, ni siquiera captan esos 8 millones, las campañas no están logrando el aspecto más importante que es movilizar a la gente a las urnas. Y tres, hacernos cargo como país de que la gente está encontrando cada vez menos importante un deber, un derecho desde el punto de vista cívico, como es sufragar.

¿Será problema del voto voluntario o del mecanismo de votación presidencial?

Yo creo que es una sumatoria, una combinación. Si el sistema no encanta, si hay una campaña política electoral que no entusiasma, si hay mucho desconocimiento en cuanto a la información relevante que se debe conocer, si, por otro lado, los mensajes que tú estás haciendo dentro del aparato público tampoco son muy claros. Y si más encima, a la persona le sale más de 3 mil pesos hacia arriba ir a votar, la verdad es que se junta todo para la tormenta perfecta.

Por supuesto que un voto electrónico, una tecnologización también atrae. ¿Y eso a quién atrae? Atrae a los públicos más jóvenes. ¿Cómo puede ser que como país todavía estemos con una urna de madera?

Si pudiésemos hacer una campaña comunicacional para atraer a los votantes que se abstuvieron, ¿qué elementos debiese tener?

Antes de aventurarse, primero es conocer bien qué están pensando esas personas. Hacer una buena radiografía de dónde están ubicadas esas personas mayoritariamente. ¿Por qué el voto rural tampoco se presentó con la fuerza que tenía antes? Nosotros tenemos que conocer bien cuáles son las frustraciones, cuáles son las expectativas y a partir de ahí hay que hablarle a esos millones de personas.

Por lo tanto ahí hay que comenzar a observar claramente los mecanismos de legitimidad democrática que en el fondo están existiendo. Vale decir, ¿qué es lo que la gente está entendiendo actualmente por democracia? ¿Qué está entendiendo por el acto de ir a votar? ¿Qué está entendiendo por un proceso electoral? Entonces qué está pasando ahí, necesitamos más información, más fresca. Más allá de un malestar, más allá de un evidente descontento.

Entrar en esa caja negra con mayor claridad, porque a partir de ahí tenemos que empezar a estructurar mensajes más claros, por un lado, o tener mayor educación cívica, por otro, o mayores reformas políticas. Pero si seguimos creando campañas electorales como las que estamos haciendo, mi impresión es que cada vez va a ir menos gente a votar.



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